5 Dec, 2011 | Viajes

El ascenso al Volcán Villarrica
Si visitas Pucón no puedes dejar de subir uno de los volcanes de la región, en especial el volcán Villarrica, porque es uno de los más activos de Sudamérica.
Entonces… ¿Qué hice yo? – se preguntarán – Precisamente eso, subir el precioso volcán.
Yaaaaaaaa podría decirse que este ha sido uno de los desafíos más interesantes de mi vida porque:
1° Nadie me obligó a hacerlo.
2° Si no lo hacía no perdería ni ganaría nada.
3° No soy una experta en trekking o algo similar.
4° No sacaría ningún magíster ni doctorado.
5° Y por último ¿Por qué no?
Todo comenzó cuando estábamos de vacaciones en Pucón y con mi marido tuvimos la siguiente conversación:
Mi amado: ¿Podríamos subir el Volcán Villarrica? – Lo dijo así como quien sugiere una caminata por la orilla de la playa o alguien te dice ¿Por qué no me acompañas a comprar pan?
Yo: Mmm… sí, podría ser. Sería una buena experiencia, además es algo que está dentro de mi lista de cosas que quiero hacer. Por supuesto nadie me dijo lo que me esperaba.
Mi amado: Ya!!! Genial vamos a mirar agencias que ofrezcan este servicio o tipo de expedición.
Y así fue como partimos a cotizar y encontramos una que tenía cupos y en realidad nos tincó y nos pareció bien. Confirmamos las condiciones climáticas para partir al día siguiente y nos dijeron que estaría bien, por lo tanto nos inscribimos y luego pensé – Hoooo ya no hay vuelta atrás, jajaja, así que a aperrar (enfrentar, hacerse cargo) no más como decimos en Chile. Luego nos probamos el equipo de montaña y listo.
Tuvimos que levantarnos a las 6:00 am para estar en la agencia a las 7:00 am, porque hay que partir muy temprano para llegar a la base del volcán (1.400 en verano) y tener el tiempo suficiente para ascender a un ritmo normal, aproximadamente como 6 horas.
El ascenso
Al llegar al pie del volcán tuvimos dos opciones, una fue subir en andarivel hasta el punto de inicio del ascenso y la otra fue subir caminando uffff!!! Amablemente mi príncipe azul cedió su lugar para que yo no tuviera que fatigarme antes de partir y ¿Por qué pasó esto? Porque no teníamos el dinero para otro ticket… sí gran detalle, esto hay que pagarlo no estaba incluido en el pack turístico … cueck!!! No fuimos los únicos a los que les pasó esto, así que tuvimos que esperar para reunir al grupo antes de partir, por supuesto también hubo quienes subieron caminando por opción propia.
Al reunirnos en el punto de partida, el guía nos dio las indicaciones acerca de la seguridad, el uso del equipo y todo lo relacionado al ascenso. Nuestro grupo (había varios grupos) lo componía 8 personas incluyendo al guía. Imaginen cómo sería mi experiencia frente a los siguientes integrantes: Tres jóvenes de Estados Unidos, una pareja de Alemania, el guía y nosotros, o sea, yo dentro de un grupo cuyas piernas eran casi del porte de mi estatura jajaja, pero seguí adelante e intenté llevar el ritmo, aunque un paso de ellos eran 2 míos. Así que puedo decir que lo subí 2 veces.
En la mitad del camino pensaba ¿Quién chucha me mandó a hacer esto? – Necesito reír más – me lo repetía una y otra vez, luego pensaba ¿Por queeeeé estoy aquí? Y miraba al cielo esperando como si me fueran a responder, hasta que me dije a mi misma: “Oye deja de quejarte y disfruta de la experiencia” y con lo testaruda que soy, esto se transformó en un desafío personal, pero uno bueno, en el que tenía que llegar a la cima fuera como fuera, este pequeño traspié en el camino no me ganaría. Por suerte después me lo tomé con humor y me reía y me reía o sería la falta de oxígeno – pensaba. También debo destacar que además de mi marido, el guía fue un gran apoyo porque todo el camino me fue dando ánimo y estuvimos haciendo bromas.
¡La cima!
Aaaaaaaaaaaaa!!!!! (grito) Al fin llegamos, nuestro grupo fue uno de los primeros en llegar a la cima, y debo decir que fue una sensación increíble, la vista impresionante y el mejor regalo fue que estaba completamente despejado, así que pudimos ver al infinito y más allá… y pude decir ¡Lo logré!
Al estar ahí frente al cráter es como de película, sentir el calor y el olor a azufre que emana de él es indescriptible ¡en serio!
Me saqué los guantes para intentar tomar fotos, y tenía las manos congeladas, apenas las podía mover y se me vino inmediatamente la imagen de la gente que ha escalado el Everest ¡guauuuuuu! ¿Cómo sería eso?
Estuvimos bastante tiempo en la cima, ya que subimos más rápido que otros y aún no llegaba mucha gente. El tiempo de permanencia acá depende principalmente de cuanto tiempo te demoras en ascender, de las condiciones climáticas y por supuesto de la actividad volcánica. El espacio tampoco es grande así que si llegan varios grupos imagino que deben turnarse o bajar pronto para que todos puedan disfrutar de esta maravilla.
El descenso
Luego de las respectivas fotos y abrazos de felicitaciones, era el momento de bajar para que otros puedieran vivir lo mismo que nosotros.
Bajar se demora más o menos 2 horas, dependiendo de lo rápido que desciendas y las condiciones climáticas.
Bajamos algunas partes caminando y otras sentados deslizándonos en toboganes que se formaban por el paso de la gente. Precisamente cuando estábamos en esta parte del descenso comprendí perfectamente para que era la “piqueta” (piolet) jajaja tuve que usarla un par de veces porque al deslizarme comenzaba a tomar mucha velocidad e iba más rápido que “Meteoro”, yaaaa bueno no tanto, pero tenía que aplicar el movimiento técnico para reducir la velocidad o literalmente me iría a la cresta. Finalmente llegamos a los pies del volcán donde nos esperaba una van para llevarnos de regreso. Por supuesto llegamos agotados y dormimos como 10 horas al menos.
A pesar de lo difícil, puedo decir que tuve una de las mejores experiencias, superó completamente mis expectativas y lo pasé genial.
¿Lo volvería a hacer? Mmm no sé, uno nunca sabe lo que nos depara el destino.
See Rob’s version of Climbing the Villarrica Volcano (en inglés)
¿Y tú te atreves? ¿Cómo fue tu experiencia?
21 Nov, 2011 | De Todo Un Poco

Corre por la vida
Este domingo recién pasado participamos junto a mi familia en la corrida “Corre por la Vida” evento deportivo que tiene como fin incentivar la donación de órganos.
Este es el segundo año que se realiza esta carrera, creo y espero que cada año gane más fuerza.
En esta oportunidad fueron dos las modalidades de los 7km Transplantados y Donantes, además se realizó una caminata de 2.5Km.
Al llegar al parque Uruguay se podía sentir el ambiente deportivo y por sobre todo el amor y la solidaridad, fue genial poder ser parte de esto.
Todos pudimos dejar nuestro testimonio en unos paneles que adecuaron para ello. Sí, soy donante y estoy feliz de serlo.
Debido a nuestro nulo entrenamiento, pero muchísimas ganas de estar presente fue que participamos en la caminata de los 2.5km, pero debo decir orgullosa que mi hijo de 6 años corrió todo el camino, de hecho yo creo que corrió más de 2.5Km porque iba y venía corriendo cuando se alejaba mucho, entonces para no perderlo de vista y que él tampoco tuviera que devolverse tantas veces, tuvimos que acelerar el ritmo. Mi hijo menor caminó rápido a la par con nosotros y con ganas de salir corriendo también, así que en el último tramo desde el puente Arzobispo hasta la meta, los dejamos correr a los dos, ellos sintieron que participaron de la carrera y que ganaron, así que yo quedé más chocha que nunca. Y sí, también creo que ganaron, de hecho ganamos todos, ganamos el estar sanos y vivos.

Mi marido caminó con nosotros, pero también creo que él caminó más aún, porque iba sacando fotos, se apuraba, regresaba, volvía junto a nosotros y así toda la caminata jajaja y gracias a él tendremos lindos recuerdos.
Inmediatamente finalizada la actividad, mis deportistas necesitaban hidratarse y recuperar energías, por lo tanto nos fuimos a los stand que estaban habilitados con frutas y líquidos, ellos eran unos corredores más y así también fue como los trataron. Gracias al equipo por la excelente organización.
Yo estoy segura que mis niños se sintieron parte de algo muy importante, además me lo hicieron saber más tarde, así que luego de esta grandiosa experiencia quedé muy motivada para correr el próximo año, y mis hijos también, entonces nuestro compromiso será entrenar para estar preparados para la próxima corrida “Corre la Vida”.
¿Supiste de este evento?
23 Oct, 2011 | Viajes

Sudáfrica vs Namibia – Mundial de Rugby 2011

Luego de unos días en Auckland nuevamente llegó a mis oídos la invitación a un nuevo partido del Mundial de Rugby, pero está vez sería en el estadio de North Harbour (Auckland).
Como vi que en algunos partidos había llovido, decidí comprar los famosos “ponchos” un tipo de impermeable de plástico delgado, súper útiles y baratos. Después de hacer un “check list” y ver que estábamos listos, partimos al siguiente juego, esta vez sería South Africa vs. Namibia. Lamentablemente muchos por no decir la mayoría, sabíamos cual sería el resultado, pero de todas maneras teníamos que estar presente en este emocionante partido, especialmente porque los fanáticos de los All Blacks estarían apoyando a Namibia.
Salimos como 2 horas antes del comienzo del juego, uno por la hora punta del tráfico y otra porque de seguro estaría llenísimo el estacionamiento. Una vez allí no tuvimos mayores problemas en encontrar un estacionamiento en la Universidad de Massey que está al frente del estadio.

Desde lejos pudimos apreciar las luces y la inmensidad del estadio, mientras caminábamos y más nos acercábamos, podíamos sentir la efervescencia del lugar.
Finalmente al encontrar nuestra puerta de acceso nuevamente noté que fue una entrada ordenada y expedita.
La venta de la comida y bebidas también funcionaba como correspondía, así que hicimos la fila, compramos nuestras “hot chips”, hamburguesa, cerveza y algo novedoso para mi, una pequeña botella de vino Sauvignon Blanc la que venía con un vaso.
Con todo listo y dispuestos para ver el partido, nos sentamos y esperamos a que dieran el inicio al juego, sin antes por supuesto tomarnos nuestras fotos con la bandera chilena y hacer “la ola”.
El estadio realmente era muy lindo con una forma que a mi parecer daba la impresión que representaba el borde de un balón de rugby, además su diseño al estilo de Maori.

El partido estuvo muy entretenido, la gente gritaba, se emocionaba y claramente dispuesta y preparada con sus distintos atuendo para apoyar a su equipo. Esta vez no apareció nadie desnudo corriendo como en el partido de Whangarei y otros, el cual esperaba con ansias ver jajaja, pero no fue así.
South Africa dominó todo el partido y Namibia no pudo convertir ni un punto, todos queríamos que anotara aunque fuera un solo punto, incluso hasta quienes en un principio apoyaban Sudáfrica. Ver como la gente animaba al equipo de Namibia fue realmente reconfortante y conmovedor por decirlo de alguna manera.
Al terminar todos nos dirigimos tranquilamente a la salida, para luego ir a nuestro auto.
Nos demoramos como 1 hora en salir solo del estacionamiento, pero todo valió la pena, porque tuvimos buen clima, deliciosa comida, un ambiente espectacular y lo mejor de todo excelente compañía.




19 Oct, 2011 | Viajes


Viviendo el mundial de rugby en Whangarei (Rugby World Cup 2011)
Cuando me preguntaron ¿Quieres ir a un partido de rugby del mundial? Obviooooo que dije que sí, sin importar quien jugara, la idea era estar ahí, porque ¿Cuándo nuevamente tendría esta oportunidad?
Así que así fue que viajamos dos horas al norte de Nueva Zelandia a una ciudad pequeña que se llama Whangarei. Por suerte tuvimos un amigo con una casa allá para no tener que volver esa misma noche.
Estacionamos en el trabajo de él que estaba a un par de cuadras del estadio y con las entradas en mano partimos súper entusiasmados a ver el partido entre Canadá y Tonga. Caminamos hasta llegar a la entrada, pensando en que encontraríamos un gran tumulto, pero en realidad toda la gente entró ordenadamente, nos sentamos y comencé a observar cada detalle de lo que estaba sucediendo.
Fue genial ver como cada quien se vistió de distintas maneras para apoyar a su país, algunos con trajes extravagantes, otros pintados enteros, otros envueltos en artefactos que aún estoy intentando descubrir qué es, en fin era un mar de alegría y esperanza.
Por supuesto que lleve mi bandera chilena y la mostré a los cuatro vientos, y obviamente encontré unos compatriotas al otro lado del estadio, así que entre señas y señas fue que nos mostramos las banderas a modo de saludo.
Y sin darme cuenta, porque estaba entretenida con este desfile de personajes, fue que comenzó el juego, súper emocionante, ya que muchos esperaban que ganara Tonga, pero con un estrecho marcador ganó Canadá.
En el entretiempo comimos cosas ricas, típicas y nada saludables, pero había que probar ¿o no? papas fritas, salchichas batidas, cerveza y más.
Lo más divertido fue cuando en un momento entró a la cancha un hombre desnudo, obviamente los jugadores lo dejaron pasar sin intentar detenerlo, entonces él corrió esquivando la seguridad hasta hacer un “Try” entre los palos.

Al terminar el partido todo el mundo salió tranquilamente para dirigirse a sus respectivos hogares… mmm en realidad a los bares creo. Lo más interesante fue ver como un montón de gente regresaba caminando y celebrando, pero pasivamente, sin hacer desordenes. Luego de unos minutos pasamos por el centro de la ciudad, era entretenido ver a todos en la misma, porque además ver tanta gente a esa hora era un evento en esta pequeña ciudad.
Por supuesto que como muchos, hicimos nuestro recorrido por un par de bares, teníamos que experimentar la vida nocturna local ¡Obvio!
Una buena conclusión luego de un día tan ajetreado; mucha entretención, buena compañía, comida y bebida deliciosa.


4 Oct, 2011 | Viajes

Imaginen llegando al aeropuerto de Auckland, Nueva Zelandia y comenzar a sentir el ambiente del mundial de rugby “Rugby World Cup 2011”.
Aunque lamentablemente Chile no participa, es genial vivir la experiencia mundialera, además los All Blacks por supuesto que están presente en este increíble encuentro y obvio que los apoyo, especialmente cuando la mitad de mi vida pertenece a Nueva Zelandia.
Dentro de “la maleta” que llevaba, porque obviamente volvería con al menos tres maletas llenas de cosas que tenía en mente traer de regreso y que afortunadamente mi marido me consentiría, tenía mi bandera chilena. Bandera que llevaríamos a los partidos.
Un viaje entretenido, emocionante, interesante en el que podía ver tantas culturas y nacionalidades en un mismo lugar, y todos con la misma esperanza, llevar el trofeo a casa. Se respiraba en el aire, a cada lugar que iba podía darme cuenta que todos estaban involucrados, en cada comercial que veía, en cada tienda, en cada hogar, había algo relacionado con el mundial, era genial poder ser testigo de cada triunfo y derrota.
Disfrutamos cada encuentro, algunos en vivo y en directo comiendo “Hot Dog” (un tipo de salchicha que se pasa por un batido y se fríe) otros disfrutando de los juegos con algún picadillo o cordero asado (carne típica de Nueva Zelandia) en casa de alguien y por supuesto teníamos que ver algunos en un bar tomando una “Speights” (cerveza del Sur de Nueva Zelandia).
Visitamos la “Fan Zone” un lugar espectacular, especialmente el balón gigante que ha recorrido el mundo, sí, también tuvimos la oportunidad de vivir la experiencia de entrar y ver cómo Nueva Zelandia se muestra al mundo… simplemente genial.
Y como dije aunque Chile no participó, puedo decir que estuve ahí, en el mundial de rugby.
Pronto vendrá más…