Intenté esconder los conejitos de chocolate… pero no contaba con que ¡HABLAN!
Todo iba perfecto.
Yo, súper sigilosa, escondiéndolos en los rincones más secretos de la casa para que nadie los encontrara …
Sobre todo Rob, porque él es el verdadero terror de los chocolates.
Estaba feliz, convencida de que esta vez sí lograría que fuera una sorpresa…
Peeeero… ¡los conejitos tenían otros planes!
Los muy frescos empezaron a hablar.
Querían correr, pero primero —¡cómo no!— se tomaron selfies.
Empezaron a hacer escándalo y hasta a esconderse por su cuenta como si esto fuera una jugarreta.
Sí, lo sé… tal vez estoy un poco loca, ¡pero así soy!
Me encanta alegrar mi casa, reírme y crear momentos mágicos en el día a día.
Y entonces… llegó Rob
Escuchó los ruidos, siguió las pistas…
¡Y encontró uno!
Y ahí fue cuando pasó lo inevitable:
¡CAGÓ el conejito de chocolate!
En esta casa ni los chocolates están a salvo…
Pero la risa siempre está garantizada.
NOTA CHILENA: ¿Qué significa “cagó”?
En buen chileno, “cagó” puede tener muchos significados.
Pero, en resumen: algo se arruinó, terminó mal o no hay vuelta atrás.
Ejemplos:
- “Cagó el televisor” = se echó a perder.
- “Cagaste, te pillaron” = fuiste descubierto.
- “¡Cagó el conejito de chocolate!” = fue encontrado y… probablemente devorado.
Aunque viene de una raíz un poco “feíta”, en Chile se usa con humor y cariño.
Es parte del sabor de nuestro lenguaje, un chilenismo.
Y sí, en mi historia, “cagó el conejito” es tierno + divertido + chileno-style 100%
¿Te gustó esta historia?
¡Compártela con alguien que también esconda chocolates sin éxito!
O con ese alguien que siempre se los come antes de tiempo (te estoy mirando, Rob…)
