Un recordatorio suave para los días en que todo pesa un poco más.

Hay días en que queremos cumplir con todo: el trabajo, la casa, la familia, los sueños… y aún así sentirnos en paz.
Pero no siempre se puede. Y ¿sabes qué? No pasa nada.
No tienes que hacerlo todo.
No tienes que hacerlo perfecto.
Solo respira … y sigue.
A veces creemos que si no damos el 100%, estamos fallando. Pero en realidad, hay momentos en que dar el 30% ya es un acto de valentía.
Y si ese día solo te alcanza para respirar profundo, tomarte un cafecito, y hacer una cosa pequeña… ¡eso también cuenta!
En mi vida entre dos mundos —Chile y Nueva Zelanda— he aprendido que el equilibrio no siempre se ve perfecto. A veces tiene acento, a veces nostalgia, a veces cansancio…
Pero también tiene risas, cariño y ganas de seguir.
Hoy quiero invitarte a eso:
A soltar la exigencia.
A respirar sin culpa.
A caminar a tu ritmo.
Porque cuidarte también es avanzar.
¿Te gustó esta reflexión?
Te invito a seguir compartiendo este camino juntas en @AngeChile y a dejarme tu comentario. ¡Me encantará leerte!

Foto de Ange en el Divine Patisserie de Auckland, Nueva Zelanda.