Rodéate de gente que sume a tu vida.
De esas personas que no solo están, sino que te hacen reír a carcajadas, que te celebran en los días brillantes y te animan cuando el cielo se nubla.
Rodéate de quienes creen en ti, incluso cuando tú dudas.
De los que te inspiran, te impulsan y te acompañan en tu camino de crecimiento.
La energía de las personas que te rodean puede levantarte o apagarte.
Por eso, desde siempre he elegido estar con quienes suman.
Con esas personas que se ríen contigo sin filtro, que celebran tus pequeñas y grandes victorias, que están presentes cuando el camino se pone difícil, y que, con una palabra o una mirada, te hacen sentir que todo va a estar bien.
No se trata de cantidad, sino de calidad.
De estar cerca de quienes te inspiran, te respetan y creen en ti incluso cuando tú mismo flaqueas.
De esas almas bonitas que no te juzgan, sino que te impulsan a crecer.
¿Por qué?
Porque la energía de quienes nos rodean influye directamente en cómo pensamos, sentimos y actuamos.
Porque nunca he tenido dudas de que compartir la vida con personas que vibran alto hace toda la diferencia.
Porque cuando estás con personas que vibran bonito, es más fácil mantener la esperanza, recuperar la alegría y atreverte a soñar en grande.
Porque la vida es demasiado corta para desgastarla con quienes no te aportan paz.
Porque crecer es más bonito —y más poderoso— cuando lo haces en buena compañía.
Por alguna razón, siempre lo supe y así lo sentí.
Y hoy, más que nunca, lo elijo con intención.
¿Y tú? ¿A quién eliges tener cerca?
