Once hecha por hijo
¿Detallitos o gran detalle?

Una tarde antes de comenzar el año escolar mi hijito mayor me comentó que debíamos hacer una “once” (tipo de merienda durante la tarde) para terminar las vacaciones, lo cual me pareció un excelente “detallito” de parte de él. Nótese detallito como un acto de amabilidad, cortesía o delicadeza.

Entonces de camino a casa compramos algunas cositas que él quería para la once.

Lo que me gustó de todo esto fue, que él me dijo: No te preocupes mamá yo hago la once, porque yo sé que trabajaste mucho. A lo que contesté: Yaaaa gracias, me doy una ducha y comemos. Pero no podía estar más orgullosa al escuchar esas palabras.

La mayor sorpresa fue que al llegar al comedor, veo la mesa puesta con todo listo, debo confesar que me emocioné muchísimo. Ese pequeño hombre de 6 años se había preocupado de darle una linda sorpresa a su mamá y con sus ojitos me miraba esperando mi respuesta. Por supuesto salté y grité exageradamente como normalmente suelo reaccionar, así que él con su cara llena de risa me invitó a sentarme.

Esta fue una de las mejores onces, porque fue preparada con amor y a mi hijito lo único que le importaba era saber si me gustó y si estaba rico. OBVIO que me gustó y por supuesto que estaba rico. Y claro no podía dejar de tomar una foto para recordar este momento, aunque lo llevaré en mi corazón siempre.

Al terminar nuestra rica once, sentí mi corazón tan lleno de amor y felicidad por este hermoso detalle de mi hijo. Lo que en realidad no es un simple detalle, si no que el mejor y lo que comenzó siendo un detallito, terminó siendo un gran detalle, una de las mejores citas de mi vida.

¿Qué detalles son importantes para ti?